Desde PsicoPaso sabemos que todos hemos experimentado cierta satisfacción inevitable al observar obras de arte de distinta índole. Ya sea dentro de un cuadro o escultura, de una obra literaria o de una película. Pero, ¿cuál es realmente el origen de esa satisfacción?
Sigmund Freud, en su escrito “El poeta y los sueños diurnos” de 1908, nos ilumina a este respecto y nos da una explicación lógica.
Qué beneficios tiene el arte en la psique humana
La realidad humana está llena de frustraciones, nos está perturbando constantemente con sus diques y nos limita, ya sea física o psíquicamente, de manera que los deseos y el goce se vuelven muchas veces inalcanzables, provocándonos así malestar.
Sin embargo, esto no sucede en el mundo de la fantasía. Esta fantasía capaz de satisfacer todos nuestros deseos y de proporcionarnos la salida de la realidad y del dolor.
El arte es ilimitado y, lo más importante de todo, aceptado por la mayor de las censuradoras de nuestra existencia: la cultura.
La cultura es la encargada de procurar el orden en nuestra sociedad a través de prohibiciones y normas que se han establecido muy a nuestro favor. Nos ha prohibido, por ejemplo, matar y procurar incesto, entre otras. Nos ha establecido una serie de normas que nos posibilitan la ubicación psíquica de lo que está bien y lo que está mal, de manera que todos sabemos cuáles son las consecuencias de nuestros posibles actos.
Pero todas estas prohibiciones están hoy permitidas en la creación artística. Nadie condena ya una novela, un cuadro o una película, pero lo que sí bien existen son los instintos que impulsan a la realización de deseos que serían castigados si los llevamos a cabo en nuestra realidad.
Por eso, la descarga de estos impulsos e instintos que son castigados por la cultura es desviada al mundo de la fantasía, el cual pertenece a la realidad pero la cultura lo acepta como válido. Es una manera de hacer sin hacer, es tan sólo imaginado, aunque no por ello inexistente para la psique.
Esta es una base muy importante si queremos hablar de sanación. Todos los sentimientos que juzgamos como malos, que no deberíamos sentir, son precisamente considerados así porque es clara su existencia. Sin embargo, ¿cómo hacer para liberarnos de ellos sin que se descarguen a través de la vía de la neurosis? Una de las maneras es la creación artística.
El dejarnos fluir a través de una pintura, de un cuento, de una narración… A esta desviación de la líbido Freud lo llamó “sublimación”.
Sin embargo, no todas las personas obtienen placer en esta práctica. De todas maneras existen otras actividades a través de las cuales las personas descargan la energía acumulada y se liberan de ella. Estas otras actividades pueden ser el deporte, el trabajo (si es creativo)… es decir, cualquier forma de creación.
Por esto es importante que cada persona encuentre la manera de descargar y sentirse mejor a través de actividades que nos permitan sublimar cualquier tipo de sentimientos y emociones acumuladas que de otra manera son difíciles de sobrellevar psíquicamente.
Si cualquiera de estas actividades no resulta suficiente, es importante contar con la ayuda de un psicoterapeuta como los psicólogos de PsicoPaso que guíe en la comprensión y elaboración de la angustia interna interna intolerable.
Psicóloga colegiada nº O-03034.
• Licenciada en Psicología.
• Máster en Psicoanalítica para Niños y Adolescentes.
• Máster de Orientación Educativa.
• Máster en Psicología General Sanitaria.