¿Cómo se comporta mi hijo cuando está en el colegio y no estamos para solucionarle las cosas? Esta es una pregunta muy común que se pueden hacer las familias, sobre todo en los primeros años de asistencia a la escuela.

La asistencia a la guardería o al colegio es una de las primeras separaciones que se producen entre madre e hij@ y que suponen un hito muy importante para su desarrollo. Estas separaciones permiten la formación de su individualidad y subjetividad, puesto que fuera de los brazos de la madre el niño debe desplegar sus propios recursos para defenderse de las circunstancias que ocurren fuera de la mirada de las familias.

Pero para que esto pueda darse de forma natural y sana, debe haber una familia capaz de ocuparse de sus propias cuestiones, de despegarse psíquicamente de lo que tenga que ver con el hijo mientras están separados. De esta forma podrá desplegarse en el infante su propio gesto espontáneo, es decir, su formación del yo.

La presencia es tan importante como cierta ausencia, puesto que encontramos en las dos instancias aspectos relacionadas con la seguridad y la inseguridad, la capacidad de la pequeña para tolerar las frustraciones y la construcción de habilidades.

Una presencia en exceso no permite crear el espacio para una construcción de la personalidad equilibrada y sana. Por supuesto, la ausencia en exceso, tampoco. La armonía en las familias es esencial para la transmisión de un equilibrio psicológico a los niños.

Entonces, ¿Cómo se comporta mi hijo cuando está en el colegio y no estamos para solucionarle las cosas?

Como decíamos, si tu hij@ se comporta de forma diferente en la escuela o en las circunstancias sociales es algo que no tiene porqué ser alarmante, puesto que está descubriendo su propia forma de resolverse en sociedad. Si la diferencia de comportamiento es extremadamente distinta, podemos pensar sobre qué puede estar ocurriendo. Es para eso que, una guía y una orientación, pueden servir de mucha ayuda para que cada familia encuentre el mayor bienestar.