¿Cómo hacer para no trasladar mis traumas a mis hijos? Esta es una pregunta muy interesante, puesto que los propios traumas de los padres con respecto a su propia crianza siempre van a estar operando en la relación con los hijos, ya sea repitiendo los patrones aprendidos o poniendo en marcha mecanismos defensivos para que nuestros hijos no sufran lo mismo.

Esto es parte de la tarea y los niños siempre van a ser marcados por las cuestiones inconscientes de sus padres y madres. Pero el hecho de poder diferenciar entre lo vivido por uno mismo en nuestra propia infancia y saber que la vida de nuestra hija es una vida diferente, puede ayudarnos a diferenciar entre ellos y nosotros mismos. Pero para que esto pueda darse, los padres deben conocerse a sí mismos bien y hacer estos mecanismos conscientes a través de la asociación de recuerdos reprimidos que están retornando en las situaciones actuales asociadas a esos recuerdos.

Es decir, que la infancia de nuestros hijos nos conecta con nuestra propia infancia. De manera inconsciente, cuando nuestro hijo llora, podemos sentir nuestro propio niño interior llorando y sintiendo la angustia que sentimos en este momento. Así es como estamos trasladando nuestros traumas a los hijos. 

Esto ocurre, sobre todo, cuando hay padres sin la niñez bien resuelta. Es, por esto, indispensable reflexionar sobre uno mismo y tener claro qué emociones pertenecen a nuestro niño interno y cuáles al niño que es nuestro hijo y que necesita un adulto que lo eduque y lo guíe en su camino a la adultez. 

Si sientes que tu propia infancia interfiere en la relación con tu hija, es hora de consultar y poner en marcha el autoconocimiento. Esto es, la psicoterapia para adultos.